Acerca del hombre de arena

 

 

 

En el universo de lo infinito se encontraba la respuesta, una combinación química. Tenía el cadáver un líquido en el cerebro que sólo se percibía a través de un metaloide diluido con algún tipo de elemento sepultado en vaya a saber qué lugar del orbe era la hipótesis que sostuvo el célebre científico Spalanzani. Recuerdo que después de esa tarde nunca más lo vi volver a sonreír.

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