Fragmentos/2
De las
formas de la niebla
La garua parecía
suspendida en el radio de luz que irradiaban los faros del puerto. Londres es anterior (la parte estanca y a su vez adorable) a toda construcción y sujeto se decía, asombrado por la inmensidad de la famosa
metrópoli. La quietud de un miércoles por la noche en esa parte de la ciudad trajo a su mente la idea de invocación. La materialización de una idea
eternizada donde descansar no lo obsesionó, lo atrajo, como algo que ya tenía
en sus manos y debía nombrar mejor.