Fragmentos
(Düsseldorf, 1938)
_Volviendo al tema, jamás puede ser un grupo tan pequeño de sujetos fuera de este lugar objeto de violencia de esta institución e invisible planificación en movimiento. En todo caso habrá fines segundarios y primarios (real motivo, este último) con sus correspondientes grados de ensañe. Siempre hubo guerras, pero esto es diferente: noto una construcción empinándose en la sombra para potenciar una fuerza negativa. Por otro lado colaborar “indirectamente” con la policía secreta no te da ningún privilegio, no necesitan ningún tipo de “información”, todo lo contrario: estas condenándote a un engranaje funcional, descartable terminado el proceso. O peor aún, estanco, perpetuo.
_ El Belga se abrió e hizo una declaración que oficia de advertencia respecto de la cuestión metodológica y atentó, si revuelven alrededor del comunicado, contra los cimientos de la organización. No sé quién se lo permitió.
_ Atentó un poco, pero es más de lo mismo, no desmantela la fuerza coercitiva invisible que impera. Aparte no tiene relación con el asunto (no maneja ni tres tipos), lo están jodiendo con problemáticas ajenas a punta de pistola. Te repito: no colabores…
_Es que me han prometido….
_ Discúlpame, tengo que ir a un lugar…
Suena la puerta del café. Entra un hombre con saco largo de invierno y sombrero. Lleva una muñeca rusa en su mano derecha.
_ ¿Pero, qué entendéis por grados de ensañe?
_ No sé de qué me hablas, tengo asuntos que tratar y llego tarde…
(Silencio)