Cuentos infantiles
La voz del Monstruo
Fueron millones en soldados,
familias, niñas y niños los muertos en la etapa Bonaparte, en primera y
segunda guerra. Pequeños campos de tortura como siempre ocurre en la historia
de Europa e infinidad de civiles, esos mismos que no se miden espada contra
espada- como sostienen las máximas japonesas acerca del honor- alcanzados por
el fuego sin previo aviso. A la par del dantesco escenario, la princesa
Eleonora, del oculto a simple vista imperio Austro-Húngaro, se paseaba en su carruaje de plata ornamentado con flores e hilos de
oro. Los perfectos ejércitos milenarios desviados por una mano que prometía más
muertos con sus bombas si no se cumplía su caprichosa voluntad, esa misma mano
que baño de sangre a Europa no molestaba siquiera a la princesa. Quién mata
gente, mata todo dice la razón mínima. La cuestión es que al día de hoy no se
sabe por qué razón permitió el decoro generación tras generación en los
entornos familiares de la princesa, cuál marco de cuidados, en el lugar mismo donde
nace la voz del Monstruo.
La real, la verdadera voz detrás de la mascara de hierro:
-
oh! Dragón, solo tu beso tiene el encanto de la
rosa ultima, y primera.
.