Buenos Aires
Infinidad de rosas de un mismo color.
Un decidido jaque mate dialéctico
Al entrometido engranaje
Circular
De lo inasible.
Una carta por recibir.
Las mismas manos del romano,
Las mismas manos del persa.
Una amante que no entiende de desencuentros
Temporales que se vuelven perpetuos
A causa del orgullo que no descansa
En la sonrisa universal.
Una mujer alivianada flotando
Sobre el remanso de la cortesía
Inmaculada de las muchas caras.
Buenos Aires,
Infinidad de rosas de un mismo color,
Infinidad de bocas creadoras
De la voz