martes, 30 de marzo de 2021

 






Laberinto que se esfuma en las millones de miradas

Que siempre dicen lo bello sin decir nada:

 

El azar quiso que fuera mutua la detenida elección.

Millones de caras van y vienen.

Infinitos los pasillos que se bifurcan por capricho

De los Dioses que ya no rigen

El destino de Roma, ni el de ellos.

Frenar el eterno rodar con una palabra

Y ver que fue quietud, cual marco

De un cuadro que resalta el poder de los vientos

Que los llevaron a ser uno.







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