Brujería
Dioses del
abismo concededme
La gracia de
la voz siempre azulada
Como la
inmensa bóveda que acompaña.
De tu mirada guardo la lluvia
Que da vida al jardín secreto,
Suspendido en el aire/quietud
De un péndulo que me sirve
De espejo puro y eterno.
Tus bellos ojos negros, destino
Inevitable. Pensar sentir vivir:
¿Que serán los jardines colgantes?
Es que sacude pesares
La calma oceánica
Que resguarda la traslucida
Coraza que te hace única,
La que traza un horizonte
Prefigurado ya por mis ansias,
Tan lejano antes de conocerte,
Que pienso en mi pasado
Y lo encuentro engañoso
Como un túnel destinado
A morir en la superficie
Azulada, sin poder verla,
Sin saber nada de esa luz
Que intermitente
Por aquel entonces,
Anunciaba tímida
Y firmemente tu llegada.
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