sábado, 2 de enero de 2021

 

Fragmentos


Maldiciones:



Cuando Julio Cesar vio que Roma era Amor al revés en su lengua ya era tarde. Fue la pluma de otro. Su guardia personal no se conformaba con el abundante oro falso. No podía ver dónde nacía esa cadena hecha de certeras fuerzas. Habían pasado ya siglos de Helena de Troya y el fuego en la ciudad. Encerrado en el sueño de otro forzó la relación con Baco y sus inagotables mieles, cavando a la vez con sus insepultas manos la última morada.








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