martes, 1 de septiembre de 2020

 




Las dulces guitarras

 




Me cierran los ojos cuando retengo tu mirada. Te beso

Impulsado por sus voces que invitan a dejarme llevar

En la quietud armónica del mundo de noche.

Mi piel se funde con el dulzor distante de la tuya

En la profunda complicidad de sus compartidos 

Claros símbolos: irrumpen en mi cuando cedo algo mío.

Despierta como quien abraza el viento que juega en pasillos.

 

Me cierran los ojos con sus formas. Las dulces guitarras

Aparecen y se mueven cómodas en las ruinas calmas

De los perdidos amoríos. Suaves van con la muerte del abismo

hacia el alivio de tus ojos, trazados por los muchos nombres,

Descansando apacibles en silencio en los míos,

Me sumen en la esperada música que sólo dos abrazan:

Despierta como quien abraza el viento que juega en pasillos.


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