jueves, 16 de julio de 2020



La Magdalena

 

 

 

Voy a encontrar esa orilla remota que no conoces,

Sobre la que descansan las mismas aguas

Intranquilas que durante el día te llevan

A su anfiteatro desolado, falsa cúpula

Inversa donde cada mañana nace alguien

Que se te parece, y con su vaivén ajeno

Se esfuerza a diario por negarte/

 

Las dos caras de la luna amor: la poesía

Es un canto a la belleza, a veces miro

El cielo y me pregunto: ¿Con quien

Compartirá la clara armonía Magdalena?

¿Habrá sido la más dulce Novia del plata?

 

La vigilia es un collage de espejos rotos

Sobre un lienzo que lo cubre casi todo.

No hay nada como reconocerse en el amor.

Millones de niñas saltando, risas y besos:

Son nuestros corazones ya eternizados.

 

 

Recuerdo la tarde que te amé en silencio,

Detenido en tu mirada

Comenzaba con el rito de descifrar

La claridad de tu belleza/

 


La soledad, las ansias, la comodidad

Y cruzar el páramo, la ausencia,

Entre amores vinos y sentencias.

 

 

Voy a encontrar esa bella orilla infinita,

Ahora que los días parecen un calmo pueblo, 

Agolpados con sus ansias y esperas.

Ahora que escribo estas palabras,

Hiedras al viento que traspasan el cerco

Del olvido, para volver en sueños al lugar

Donde te conocí y esculpir esa inasible

Roca que yace en tus arenas.


1 comentario:

  1. La nochera (Dávalos-Cabeza)







    Ahora que estás ausente

    mi canto en la noche te lleva,

    tu pelo tiene el aroma

    de la lluvia sobre la tierra.



    Y tu presencia en las viñas

    dorada de luna se aleja,

    hacia el corazón del vino

    donde nace la primavera.



    Mojada de luz

    en mi guitarra nochera

    ciñendo voy tu cintura

    encendida por las estrellas.



    Quisiera volver a verte

    mirarme en tus ojos quisiera,

    robarte guitarra adentro

    hacia el tiempo de la madera.



    Cuando esta zamba te canto

    en la noche sola recuerda,

    mirando morir la luna

    cómo es larga y triste la ausencia.

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