La Magdalena
Voy a encontrar esa orilla remota que no conoces,
Sobre la que descansan las mismas aguas
Intranquilas que durante el día te llevan
A su anfiteatro desolado, falsa cúpula
Inversa donde cada mañana nace alguien
Que se te parece, y con su vaivén ajeno
Se esfuerza a diario por negarte/
Las dos caras de la luna amor: la poesía
Es un canto a la belleza, a veces miro
El cielo y me pregunto: ¿Con quien
Compartirá la clara armonía Magdalena?
¿Habrá sido la más dulce Novia del plata?
La vigilia es un collage de espejos rotos
Sobre un lienzo que lo cubre casi todo.
No hay nada como reconocerse en el amor.
Millones de niñas saltando, risas y besos:
Son nuestros corazones ya eternizados.
Recuerdo la tarde que te amé en silencio,
Detenido en tu mirada
Comenzaba con el rito de descifrar
La claridad de tu belleza/
La soledad, las ansias, la comodidad
Y cruzar el páramo, la ausencia,
Entre amores vinos y sentencias.
Voy a encontrar esa bella orilla infinita,
Ahora que los días parecen un calmo pueblo,
Agolpados con sus ansias y esperas.
Ahora que escribo estas palabras,
Hiedras al viento que traspasan el cerco
Del olvido, para volver en sueños al lugar
Donde te conocí y esculpir esa inasible
Roca que yace en tus arenas.
La nochera (Dávalos-Cabeza)
ResponderEliminarAhora que estás ausente
mi canto en la noche te lleva,
tu pelo tiene el aroma
de la lluvia sobre la tierra.
Y tu presencia en las viñas
dorada de luna se aleja,
hacia el corazón del vino
donde nace la primavera.
Mojada de luz
en mi guitarra nochera
ciñendo voy tu cintura
encendida por las estrellas.
Quisiera volver a verte
mirarme en tus ojos quisiera,
robarte guitarra adentro
hacia el tiempo de la madera.
Cuando esta zamba te canto
en la noche sola recuerda,
mirando morir la luna
cómo es larga y triste la ausencia.