martes, 28 de julio de 2020

















Adentro duermen las palabras que no dije,
Entre el arcano cofre de la esperanza
Y el rio púrpura que figura el vaivén
De las olas en su constante danza.

Las cuerdas de mi guitarra, los hilos
De la memoria al viento que susurra
Tu nombre, me hablan de un sueño
No soñado aún, donde seguramente
Aparecerás esplendorosa, segada
Por la pasión que libera al alma
Del vano artefacto, hacedor y testigo
Cruel de nuestras formas fenecidas,
Forjador de una soledad que no se conforma
En soledad, no está hecha de la calma
Que surge con la muerte y la decidida
Vuelta rosada de tres simples palabras
Que ocupan todo el crepúsculo.


¡Larga vida a los fotógrafos!
¡Creadores de la eternidad!

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